Lo posible y lo probable.
Si confundimos lo posible con lo probable, nuestro estado anímico será tan volátil como la bolsa.
Si pienso que me voy a morir de hambre puede ser posible, pero no probable.
Mi estado anímico me hará disminuir mis capacidades para afrontar las adversidades.
¿Qué hacer? Informarme de la situación, preguntar a personas de confianza como lo ven desde fuera y ver qué puedo hacer.
Tengo más conciencia y puedo distinguir entre lo posible o lo probable.
Actúo en consecuencia.
Rebajo el estrés y la tensión interior. Paso a la acción, no me quedo paralizado o salgo corriendo.
Please, no confundamos lo posible, con lo probable. Creo que es un tema crucial para nuestro estado mental y emocional. Y al mismo tiempo corporal (tener más o menos tensiones).
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